La innata curiosidad del ser humano y sus ganas de conocimiento son
dos de los grandes motores de la investigación científica, un motor que
funciona mucho mejor cuando los equipos de investigación colaboran entre
sí con la idea de aumentar su capacidad y aunar esfuerzos frente a un
objetivo común. Precisamente, como fruto de la colaboración entre
centros de investigación, un equipo internacional de astrónomos ha sido capaz de observar un cuásar con una precisión dos millones de veces superior a la del ojo humano combinando tres grandes telescopios: el Telescopio de Atacama en Chile, el SMA de Hawaii y el SMT de Arizona.

El equipo internacional de los 3 centros de observación unió esfuerzos para realizar una interferometría de base ancha
(VLBI), es decir, la observación de uno o varios objetos celestes
usando un gran número de radiotelescopios ubicados en distintas partes
de la Tierra (y cada uno de estos emplazamientos a su vez utiliza un array
de radiotelescopios) cuyos datos, posteriormente, se procesan de manera
conjunta para dar como resultado imágenes de muy alta resolución. Este
gran interferómetro, formado por los 3 centros de observación, permitió a
los científicos formar un “gran triángulo” con un lado de 7174
kilómetros para unir Chile a Arizona, 9447 kilómetros para unir Chile a
Hawaii y 4267 kilómetros para unir Arizona a Hawaii.
¿Y qué observaron? Gracias a esta técnica, el equipo científico ha conseguido realizar la observación directa más precisa del cuásar 3C 279, situado a unos 5 mil millones de años luz de la Tierra y que contiene un agujero negro
con una masa mil millones de veces superior a la del Sol. Usando
señales de radio con una longitud de onda de 1,3 milímetros, el equipo
ha alcanzado un gran hito al ser la primera vez que se utiliza una
longitud de onda tan pequeña en un experimento de esta índole que ha
permitido realizar observaciones de escalas inferiores al año luz sobre
el propio cuásar.
Gracias a este experimento, los astrónomos han dado un importante
paso adelante en la obtención de datos e imágenes de los agujeros negros
supermasivos y las regiones que los circundan y, de hecho, ya están trabajando en un nuevo experimento
en el que puedan involucrar a otros observatorios para crear un
telescopio mucho mayor con el que poder observar el agujero negro que se
encuentra en el centro de la Vía Láctea.
La verdad es que la imagen que han publicado es espectacular aunque, eso sí, es una recreación artística.
Imágenes: European Southern Observatory
No hay comentarios:
Publicar un comentario