
Se puede dar el caso de que uno se despierte a las tres de la madrugada, se acerque al frigorífico y coma algo mientras se rasca la entrepierna, mira al vacío, estalla en lágrimas y valora la posibilidad de un suicidio rápido y limpio. En dicha situación uno no se da cuenta porque va dormido, pero es feliz.
Porque en la Universidad de Tokio han "descubierto" que para ser feliz lo mejor es sonreír. Que haya un motivo para hacerlo es indiferente: sonreír es obligatorio. Así que han aplicado esa ley a la alimentación creando el Happiness Counter, un frigorífico que sólo se abre si detecta una sonrisa. Si eres un tipo amargado o grave, estás condenado a morir de inanición a los pies del frigorífico.
HappinessCounter: Smile-Encouraging Appliance to Increase Positive Mood from rkmtlab on Vimeo.
La cámara del Happiness Counter es bastante sensible y sólo dejará que te alimentes si la sonrisa es lo suficientemente amplia. La ironía y el desdén no funcionan. Para mi gusto, añadiría un altavoz y la grabación de una voz cavernosa diciendo "sé feliz, cojones", además de un sistema de seguridad de hasta tres intentos de apertura: si la tercera sonrisa no es convincente, se recurriría al código PUK (que sería una carcajada), y si eso también falla, bueno, un rayo desintegrador puede solucionar la cuestión fácilmente, que de infelices está el mundo lleno.
Visto en Ufunk
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