
Hace unos días conocí en Sevilla a Victoria Rodriguez, bloguera argentina de ascendencia española que colabora en Diario del Viajero. Le conté – como hago con todos los argentinos que conozco – que mi padre es primo de Luisito Artime, un conocidísimo futbolista que llego a jugar un mundial defendiendo a la Albiceleste. No falla, cada vez que le cuento esa historia a un argentino me gano a un amigo. Pero vamos al grano, en un momento dado de la agradable conversación, poco después de mencionar las míticas cualidades de la carne de aquel país, Vicky me preguntó – un poco a modo de trampa – si yo sabía cuál era el producto más exportado por la Argentina en la actualidad. No me pilló y contesté acertadamente: la soja.
Esta mañana en la oficina, en lo que ya se está convirtiendo en una agradable costumbre, he recibido un paquete envíado por Alejandro (de Diana Media Group) con el libro cuya foto preside este post en su interior. Si seguís un poco el blog, estoy seguro que ya os habréis dado cuenta de cual va a ser el próximo premio en la fotoviñeta
El libro, escrito por la periodista, documentalista y directora francesa de cine Marie-Monique Robin (y que aún no está disponible en las librerías) se titula “El mundo según Monsanto“, y como su propio nombre indica habla de esa empresa estadounidense especializada en semillas modificadas généticamente (el libro los llama OGM), cuyo poder le ha llevado a hacerse con el 90% del mercado mundial en este campo.

Antes de dedicarse a los transgénicos, Monsanto era una empresa netamente química, y de las más contaminantes debo decir. Entre los muchos productos de este ramo que sigue ofreciendo, se encuentra el herbicida round up (glifosato) – el más vendido en el mundo desde los años 70. Este herbicida de amplio espectro no es selectivo, es decir, mata a todas las plantas que encuentra en su camino. Por si solo, el round up ya es un éxito económico brutal entre los agricultores. Pero resulta que a partir del año 1998 Monsanto consiguió incrementar su ventas porque creó cultivos que evitaban la muerte a manos del round up.
Es curioso, pero en las primeras páginas del libro descubro que la gran mayoría de la soja que se cultiva en Argentina – y de ahí el recuerdo a la conversación con Vicky en el primer párrafo – pertenece a la variedad “round up ready”, especialmente creada en los laboratorios de Monsanto para resistir las consecuencias del herbicida antes citado.. y que también ellos fabrican (¿la paradoja del bombero pirómano?). En fin, por el primer “ojeo” al libro creo que no me dejará indiferente. Prometo abordarlo de forma escéptica y crítica. No seré yo quien arremeta – sin más – contra las técnicas de la ingeniería genética. Hay quien ve en los transgénicos el episodio final en la lucha eterna del hombre contra la naturaleza, pero al mismo tiempo creo que todo el mundo estaría encantado si el día de mañana las biociencias logran desarrollar plantas que puedan crecer en los suelos áridos y pobres del Sahel y acabar con el hambre en la región.
El problema, dirán algunos, es que a día de hoy no conocemos los efectos secundarios que la alimentación con esta clase de productos puede llegar a crear a largo plazo. Y sobre todo, preocupa mucho el peligro real de que los OGM contaminen o acaben con las variedades locales no modificadas. Este controvertido asunto genera defensores y detractores en función de los intereses de cada uno. En España, sin ir más lejos los agricultores van poco a poco generalizando el uso de OGM por el ahorro económico que suponen, aunque los consumidores – y por supuesto los ecologistas – se oponen a su uso en gran medida.
Pero el tema es muy complejo, y como ejemplo dejadme que os haga esta pregunta: ¿pondrías leche transgénica en el biberón de tu bebé? Probablemente contestes que no, pero imagina que vives en un país en el que no abundan los hospitales, y piensa que esa fórmula lactante contiene una proteína – obtenida gracias a la biofarmacia – que evitaría muchas muertes por diarrea ¿seguirías opinando que no? En fin, el tema es apasionante, y como digo, hay que procurar acercarse a él sin rígidas posiciones preconcebidas. Os mantendré informados de mi última lectura.
Fuente : ONLINE
http://maikelnai.elcomercio.es/2008/11/24/ingenieria-genetica-y-cultivos-luces-y-sombras/
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